Desde pequeños somos inducidos al consumismo, y sobre todo al consumismo de productos procesados que al pasar de los años hace que nuestro cuerpo responda de manera negativa con enfermedades como hipertensión, colesterol alto y diabetes, entre otras.
Uno de esos productos que nuestros padres nos daban con todas las comidas son las gaseosas, sodas o refrescos, que a pesar de ser deliciosos en sabor y nos quitan el calor, tienden a perjudicar en gran medida nuestra salud sin darnos cuenta.
Acá te recomendamos que dejes de tomar gaseosas, pues esto es lo que pasa en tu organismo desde los primeros minutos que bebes esta refrescante mezcla artificial y saborizada.
Esto pasa cuando bebes gaseosa
- 10 minutos: Lo primero que ocurre en tu cuerpo es que le introduces 10 cucharadas de azúcar, más del 100% del consumo diario recomendado. Solo que no vomitas del asco porque el ácido fosfórico difumina el sabor dulce.
- 20 minutos: Ante esta cantidad de azúcar el hígado comienza a trabajar aceleradamente por la exagerada cantidad de insulina que comienzas a segregar, convirtiendo esa glucosa en grasa.
- 40 minutos: Tu cuerpo absorbe la cafeína que contiene el refresco, y esto pasa cuando bebes gaseosa, ya que ahora comenzarán a dilatarse tus pupilas, dispararse la presión arterial y el hígado sigue llevando a la sangre azúcar.
- 45 minutos: Comienzas a producir dopamina, lo que le da placer a tu cerebro, es por ello que los refrescos resultan tan adictivos si no saben controlarse el consumo.
- 60 minutos: Luego de una hora de haber consumido gaseosa, el azúcar que ha entrado en tu organismo ya se ha procesado rápidamente, y ahora hace falta a tu organismo. Por lo que tu cuerpo pide entonces más glucosa, por ende más gaseosa.
Como ves es un circulo vicioso que si no sabemos controlar podemos perder la batalla, y caer en las enfermedades antes mencionadas.
Con esto no te decimos que no consumas gaseosas esporádicamente, pero es preferible que las sustituyas con jugos naturales sin azúcar o simplemente agua.
